Blog Rolfing Integral

7 pasos para mantener una buena postura en meditación

Meditar es una acción que puede conducirnos al disfrute o al rechazo por varios motivos, entre ellos la postura que adoptemos a la hora de ponernos a practicar. Si somos jóvenes y flexibles podemos adiestrarnos en la postura conocida como los siete puntos de Vairocana. Es la postura ideal para meditar.

la postura en meditación desde rolfing y mindfulness

  1. Las piernas deben estar cruzadas en la posición de loto o diamantina, es decir la derecha sobre la izquierda, sentados sobre nuestros isquiones con una inclinación pélvica en anteversión que permite respetar la lordosis de la columna lumbar.
  2. Los brazos en completa extensión, las manos se apoyan en la parte superior de los muslos, en la zona inguinal (en la unión de la pierna con el cuerpo), las palmas giradas hacia arriba. Los puños están más o menos cerrados, los pulgares presionando la base de los dedos anulares. Los  codos se apoyan en los costados.
  3. La columna vertebral debe estar recta y la caja torácica abierta. Los hombros se enderezan pero sin inclinarlos hacia detrás o hacia adelante.
  4. Mantener la espalda recta permite crear un estado de conciencia claro y vivo durante la meditación; la mente no se agita ni se deja invadir por la somnolencia.
  5. El mentón debe inclinarse ligeramente hacia abajo mientras que la cabeza permanece en posición horizontal.
  6. Durante la meditación, los ojos deben permanecer semiabiertos y la mirada dirigida hacia abajo, dejando que la vista descanse. La estabilidad de la mirada es la puerta de acceso a la estabilidad mental.
  7. La boca no está ni abierta ni cerrada sino completamente distendida, en una posición donde los labios descansan uno sobre el otro con una leve abertura por donde puede pasar el ligero soplo de nuestra respiración. La lengua reposa en el paladar sin tensión.

Para nuestra cultura occidental, si no estamos muy entrenados en la flexibilidad de las articulaciones de la cadera y las rodillas, esta postura clásica de meditación puede ser muy exigente e incluso dolorosa.

En este caso, está totalmente recomendado meditar sentado en una silla siguiendo las mismas indicaciones de apoyar el peso  sobre los isquiones con una suave anteversión pélvica para no colapsarse en las lumbares evitando, así, la excesiva  presión sobre las vértebras  y sobre los órganos y musculatura pélvica, que en el futuro puede provocar diversos efectos en nuestra salud. Para situar correctamente nuestra columna cervical, dorsal y lumbar podemos hacer unos pequeños ajustes que nos permitan comprobar que estamos bien colocados:

Nos sentamos con un ángulo de noventa grados de flexión de rodillas, levemente separadas a la anchura de nuestra pelvis y con los pies apoyados en el suelo. El peso debe descansar en los huesos isquiones y en los pies, la columna lumbar debe tener su lordosis; extiende los brazos hacia adelante con las palmas juntas para permitir que nuestros omóplatos o escápulas se separen y flexionamos la cabeza llevando la barbilla hacia abajo para alargar las cervicales. Elevamos ahora la cabeza y la extendemos hacia atrás y, por último, la llevamos al centro o punto medio donde estemos cómodos. Bajamos los brazos dejándolos reposar en el regazo y colocamos la mirada en una línea desde la nariz al suelo. Es el momento de comenzar a relajar nuestro cuerpo como entrada a la meditación. Es importante esforzarse en dominar lo mejor  posible la postura, sobre todo la posición de la mirada y de los ojos, ya que así la mente permanece clara y estable.

Es importante añadir la actitud amable del que medita: amable hacia sí mismo, en la postura y también en la expresión de nuestro rostro hacia todo lo que venga.

postura meditación desde rolfing y mindfulness

Gumersinda Naranjo

Referencias bibliográficas y agradecimientos:

Bokar Rimpoche: La meditación, consejos a los principiantes.

Mi especial agradecimiento a Hubert Godard, maestro de Rolfing, a Victor Morera, profesor de Yoga y meditación y a Oliver Müller, mi profesor de meditación, del que aprendo cada lunes y cada minuto en esta maravillosa práctica.

El tratamiento de la escoliosis (II)

Llegando a la séptima sesión del caso práctico de escoliosis, podemos apreciar una evolución importante en su estructura física y en la forma de vivenciar su cuerpo. En las siguientes imágenes se pueden apreciar estos cambios, tanto en posición frontal como de espalda.

Comparativa frontal de las sesiones 1 (izquierda) y 7 (derecha)

Comparativa frontal de las sesiones 1 (izquierda) y 7 (derecha)

 

 

En la séptima sesión se aprecia cómo se apoya en ambas piernas, generando una mayor estabilidad en la columna y un enraizamiento que da soporte al hombro derecho. A partir de ahora se podrá continuar trabajando con el fin de reforzar la musculatura superior y fijar una estructura equilibrada que aporte armonía al cuerpo. El cuerpo necesita tiempo para integrar estos cambios.

Comparativa de espalda de las sesiones 1 (izquierda) y 7 (derecha)

Comparativa de espalda de las sesiones 1 (izquierda) y 7 (derecha)

En estas fotos es interesante observar la posición del abdomen: cómo vuelve a su sitio fruto de la recolocación de la espalda.

 

Comparativa lateral

Comparativa lateral

 

Para concluir este artículo dejaremos el testimonio de la paciente en el que nos relata sus sensaciones y vivencias en este proceso:

Me doy cuenta que tengo una tendencia a encoger los hombros los cuales tambien están algo ladeados, al igual que las caderas, debido a la escoliosis. Me resultó especialmente chocante observar el contraste entre cómo me sentia yo cuando adoptaba una postura (hombros y espalda erguidos) y cuando lo hacía mi rolfer imitándome: yo sentía que andaba como si fuera una ‘chula’, con aires de superioridad y un poco creida; cuando mi rolfer me imitaba yo la veía segura y tranquila. Esto hizo darme cuenta de lo erróneo de nuestra vision de nosotros mismos.
Estoy contenta porque veo que poco a poco voy adoptando una postura de los hombros más correcta, están bastante más rectos y también algo menos ladeados. Voy corrigiendo más aspectos al andar y ganando en seguridad, aunque en determinados momentos y con determinadas personas todavia me cueste.

Ver El tratamiento de la escoliosis (I)

El tratamiento de la escoliosis (I)

A través del caso práctico que nos ocupa iremos viendo los cambios que se producen en la paciente durante las sesiones de trabajo con el Método Rolfing, también llamado Integración Estructural. Sin duda, sin la estrecha colaboración cliente-terapeuta esto no sería posible.

Vamos a empezar por la foto realizada antes de comenzar las sesiones e iré mostrando los cambios que se van produciendo, traduciendo cómo esto se vivencia a muchos niveles, no solo físicos, sino en otros aspectos de la persona como la postura más relajada, mayor confianza en si misma, mejor capacidad de expresión, comunicación y de percibir en el cuerpo las sensaciones y emociones.

Se trata de una chica joven, estudiante universitaria y muy brillante en todos los aspectos. El motivo principal que trajo a esta joven de 18 años a Rolfing era la escoliosis que parecía presentar y las frecuentes tensiones en el cuello. Groso modo es verdad que se puede observar una curvatura en C (como se aprecia en la foto primera) y esto puede ser causa de molestias. Es interesante también en este caso en concreto de la relación que existe entre la organización de la espalda y la pierna derecha, que no se apoya en el suelo como lo hacer la izquierda.

Caso práctico: escoliosis

Caso práctico: escoliosis (foto 1)

Caso práctico: escoliosis (foto 2)

Caso práctico: escoliosis (foto 2)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cómo andamos y cómo respiramos puede definir el modo en el que vamos por la vida, podría ser un resumen de cada uno de nosotros; así, el caminar va a determinar la configuración de mi espalda; respirar es otro elemento fundamental en la estructura anatómica de nuestro cuerpo. Desde este perfil (foto 2) se puede apreciar que el diafragma (principal músculo respiratorio) tiene poco espacio, está como comprimido dentro de las costillas, por usar una expresión coloquial. Es un claro ejemplo de como un patrón respiratorio puede diseñar una estructura.

Para la osteopatía uno de sus principios fundamentales es que la estructura determina la función. Desde el Rolfing también se dice que la función determina la estructura y acciones tan repetitivas como caminar o respirar van a determinar el aspecto físico de nuestro cuerpo, su estructura.

En nuestro caso práctico apreciamos que la colocación del diafragma y el patrón respiratorio ejerce una presión sobre el abdomen que se podría decir comprime las vísceras y hace que el abdomen sea más prominente, a la vez que requiere un mayor esfuerzo en su respiración. En casos similares pero de gente con más edad esto se traduce en quejas sobre cansancio crónico. Esto se debe a que el simple hecho de respirar ya supone un esfuerzo.

En la foto no podemos apreciarlo, obviamente, pero la forma de caminar también está cambiando progresivamente al tener mucho mejor apoyo sobre sus pies. La colocación de las rodillas nos va a llevar más tiempo. Actualmente existe un alto porcentaje de personas que padecen de artrosis de rodilla debido a una incorrecta colocación, lo que lleva a una deformación de las estructuras internas que afectan a ligamentos o meniscos.

Después de cinco sesiones

 

Foto de perfil tras cinco sesiones de trabajo.

Foto de perfil tras cinco sesiones de trabajo.

Aquí podemos ver ,después de cinco sesiones de trabajo, la pelvis y el tronco presentan una mejor alineación lo cual permite una distribución del abdomen mucho más armoniosa. Asimismo también hay cambios en la colocación de la pierna derecha y en las costillas novena y décima donde está insertado el diafragma anterior.

Al mismo tiempo el tronco visiblemente mejor colocado de forma natural y sin esfuerzo le permite sostener la columna cervical con mucha más comodidad . Esto va a repercutir favorablemente en la reducción de sus contracturas cervicales crónicas, frecuentes tortícolis, tal vez producidas por la posición adelantada de la cabeza que intenta compensar la situación del tronco. Esta situación produce una tensión crónica en la zona dorsal que no es una lesión en si misma sino una compensación de la postura, aunque probablemente terminará siendo una lesión si no se corrige. De ahí que el Rolfing sea considerado un método preventivo de futuras lesiones.

Curvatura lumbar tras cinco sesiones.

Curvatura lumbar tras cinco sesiones.

También podemos ver como su curva lumbar ha aumentado y es de suma importancia ya que ahora cada vértebra lumbar lleva menos peso, lo que evita que se produzcan lesiones por compresión de los discos intervertebrales. La curva dorsal es ahora más corta y, como consecuencia de ello, va a mejorar su patrón respiratorio además de repercutir en aspectos estéticos. Ahora respirar le es más fácil y su cuello estará menos sometido a tensiones desde los músculos respiratorios que se anclan en las vértebras cervicales.

Los apoyos sobre los pies empiezan a ser más iguales por lo que la columna se puede colocar más en el centro, alineando su eje corporal con la gravedad de la Tierra. La musculatura poco a poco se irá igualando también pero hay que esperar que este mejor apoyo se haga un hábito postural y sabemos que los hábitos no son tan fáciles de cambiar como a veces nos gustaría. Los hombros también se aprecian más relajados, lo que va a repercutir en la mejora de la tensión cervical.

La mejor colocación del tronco ejerce un efecto que me gustaría señalar y es la mayor capacidad de expresión emocional cuando nuestro tronco está más libre para moverse. Este hecho es bastante más evidente cuando, por ejemplo, el paciente sufre una depresión algo que podemos ver reflejado en el cuerpo; así trabajar cambiando la colocación del cuerpo puede ejercer una influencia positiva en el estado de ánimo y la expresión de las emociones. El cuerpo es una fuente inagotable de información, aunque a veces no somos conscientes de ello.

Vista de frente tras cinco sesiones.

Vista de frente tras cinco sesiones.

Aún tenemos mucho que hacer en las cinco sesiones que nos quedan pero no dejo de mirar con satisfacción como ha mejorado su postura, como se mueve con más comodidad y soltura, percibe mucho mejor su aspecto y valora los cambios no solo físicos sino también en la conciencia de si misma, una postura más relajada.

Aún tenemos que resolver muchos interrogantes como por ejemplo la asimetría de sus piernas. ¿Es realmente la pierna derecha más corta que la izquierda como así aparece a simple vista?

Ver El tratamiento de la escoliosis (II)

Proyecto piloto en el tratamiento del dolor crónico

En la última etapa de mi formación como Psicóloga estoy participando en un proyecto pionero en la atención al dolor crónico desde los factores psicológicos como moduladores de la experiencia del dolor. Se trata de un proyecto piloto promovido por el departamento de Personalidad y Evaluación Psicológica de la Facultad de Psicología de la Universidad de Sevilla y el Servicio Andaluz de Salud (SAS). Sin duda esto representa una gran oportunidad para mí, al poder poner en práctica lo aprendido en los años de facultad integrando, al mismo tiempo, mi experiencia profesional y personal.

Desde la perspectiva de la terapia cognitivo-conductual el objetivo es abordar el tratamiento del dolor crónico desde diferentes ángulos, teniendo en cuenta una serie de elementos implicados en el mismo:

1. Factores físicos: muscular, tensión crónica y el uso de técnicas para abordar la intensidad del dolor asociado al estrés.

2. Emociones: analizar cómo se gestionan y ofrecer herramientas para un autocontrol.

3. Cogniciones: nuestra actividad mental puede afectar directamente nuestro estado anímico provocando reacciones negativas, por lo que hay que analizar estos factores y cambiar estos hábitos.

4. Relaciones sociales: trabajaremos en mejorar situaciones difíciles aumentando las interacciones personales, optimizando la comunicación emocional a través de las respuestas asertivas. rolfing

Los pacientes tratados a través de este programa se caracterizan por haber pasado por diferentes técnicas médicas sin que hayan experimentado una importante mejoría en su vida diaria. El proyecto incluye una serie de propuestas muy novedosas a la hora de abordar el dolor crónico a través de herramientas como la relajación, el control de la respiración, la atención plena, la comunicación, las habilidades sociales y el manejo de la asertividad.

El mundo está cambiando con rapidez y necesitamos instrumentos que nos ayuden a adaptarnos, a hacernos más flexibles y a darnos la posibilidad de entender lo que nos rodea y a nosotros mismos. De ahí que la puesta en marcha de esta experiencia piloto sea un punto de partida muy importante en la mejora del dolor crónico, al integrar tanto técnicas denominadas alternativas (por desconocidas) y las académicas.

_27/05/2014 Gumersinda Naranjo

Pensamientos de la terapeuta

Maravillada por el cuerpo humano y su lenguaje, he encontrado en el Rolfing una herramienta completa para ayudar a las personas a mejorar su estructura corporal y postural, haciendo frente a molestias y dolores crónicos así como a nivel estético.rolfingintegral.com

A través de esta técnica integral ofrecemos pautas para que el cuerpo, con su natural sabiduría, encuentre la mejor posición en el espacio; porque la forma en la que caminamos y respiramos determina cómo nos movemos por la vida.