Llegando a la séptima sesión del caso práctico de escoliosis, podemos apreciar una evolución importante en su estructura física y en la forma de vivenciar su cuerpo. En las siguientes imágenes se pueden apreciar estos cambios, tanto en posición frontal como de espalda.
En la séptima sesión se aprecia cómo se apoya en ambas piernas, generando una mayor estabilidad en la columna y un enraizamiento que da soporte al hombro derecho. A partir de ahora se podrá continuar trabajando con el fin de reforzar la musculatura superior y fijar una estructura equilibrada que aporte armonía al cuerpo. El cuerpo necesita tiempo para integrar estos cambios.
En estas fotos es interesante observar la posición del abdomen: cómo vuelve a su sitio fruto de la recolocación de la espalda.
Para concluir este artículo dejaremos el testimonio de la paciente en el que nos relata sus sensaciones y vivencias en este proceso:
Me doy cuenta que tengo una tendencia a encoger los hombros los cuales tambien están algo ladeados, al igual que las caderas, debido a la escoliosis. Me resultó especialmente chocante observar el contraste entre cómo me sentia yo cuando adoptaba una postura (hombros y espalda erguidos) y cuando lo hacía mi rolfer imitándome: yo sentía que andaba como si fuera una ‘chula’, con aires de superioridad y un poco creida; cuando mi rolfer me imitaba yo la veía segura y tranquila. Esto hizo darme cuenta de lo erróneo de nuestra vision de nosotros mismos.
Estoy contenta porque veo que poco a poco voy adoptando una postura de los hombros más correcta, están bastante más rectos y también algo menos ladeados. Voy corrigiendo más aspectos al andar y ganando en seguridad, aunque en determinados momentos y con determinadas personas todavia me cueste.